
La guerra comercial de Trump podría impedir la "supremacía" de EE.UU. en este ámbito

Los líderes del sector tecnológico estadounidense temen que los nuevos aranceles del presidente Donald Trump puedan obstaculizar el objetivo de convertir a EE.UU. en una potencia dominante en la inteligencia artificial (IA), según informa Financial Times.
De acuerdo con varios expertos del sector, los gravámenes de Trump pueden llevar al incremento de los costos de construcción de plantas de fabricación de semiconductores y centros de datos de IA. A pesar de que el mandatario estadounidense esperaba conseguir la descentralización de la producción de chips y demás piezas electrónicas, ahora existe la preocupación de que tenga el efecto contrario, y termine afectando los planes de expansión de compañías como OpenAI, Google y Microsoft.

"La incertidumbre económica inducida por los aranceles de Trump podría convertirse en la mayor barrera para la supremacía estadounidense en inteligencia artificial", afirmó Sravan Kundojjala, de la consultora SemiAnalysis.
Las grandes empresas tecnológicas estadounidenses se han comprometido a un presupuesto anual de cientos de miles de millones de dólares para invertir en la infraestructura informática y aumentar la fabricación de chips en el país. Aunque todos los equipos y materiales relacionados con su producción fueron exentos de los mega aranceles, los cambios en el comercio mundial han afectado a las cadenas de suministro globales, lo que interrumpe bruscamente estos planes y los deja bajo incertidumbre.
Guerra comercial con China
Luego de su anuncio, los mercados bursátiles de todo el mundo, y en especial los estadounidenses, comenzaron a presentar pérdidas multimillonarias. Días después, Trump suspendió las tasas por 90 días, a excepción de las impuestas a China, uno de los mayores productores de chips, y con el que ha mantenido desde entonces una guerra arancelaria.
En distintos golpes, los aranceles de China a los productos de EE.UU. terminaron en el 125 % y los de EE.UU. a China, en el 145 %. Según Altana, un grupo de investigación que mapea las cadenas de suministro globales, estas tarifas representarían un aumento de 11.000 millones de dólares en los costos anuales de desarrolladores de centros de datos en Estados Unidos.