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FT: Las empresas extranjeras que planeaban abandonar Rusia se lo están repensando
Representantes de compañías internacionales y de bancos de inversión fueron vistos en Moscú conversando con sus homólogos rusos.
Varias empresas extranjeras que estaban en trámites para cerrar sus operaciones en Rusia han detenido el proceso a la espera de cómo se desarrolla la situación política a nivel internacional, reporta Financial Times este jueves citando a personas familiarizadas con el asunto.
Las fuentes afirman que representantes de importantes empresas internacionales de materias primas fueron vistos en Moscú desayunado con sus homólogos rusos. Asimismo, se detectaron las visitas a la capital rusa de algunos representantes de bancos de inversión.
Por otra parte, el artículo señala que el mercado ruso podría estar dispuesto a volver acoger a compañías extranjeras que estén planeado su regreso, aunque probablemente estas tendrán que hacerlo bajo los términos que establecerá el Kremlin. En este contexto, cita al presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien sugirió el mes pasado que cualquier empresa que regrese deberá dar "garantías obligatorias de conducta consciente y responsable".
Una de las empresas que ya ha reemprendido su actividad en Rusia es la italiana Ariston, fabricante de sistemas de calefacción. Su propietario, Paolo Merloni, manifestó el compromiso de la compañía de "continuar nuestro viaje" en el país, aunque en cumplimiento con las sanciones occidentales y las regulaciones locales.
"Las puertas están abiertas"
El mes pasado, Putin dio instrucciones al Gobierno para que elabore un procedimiento para coordinar el regreso al mercado nacional de compañías extranjeras.
Anteriormente, el mandatario señaló que, si las compañías occidentales que abandonaron Rusia tras la escalada de la crisis ucraniana quieren volver, Rusia no creará condiciones favorables para ellas. "No crearemos condiciones especiales, no expulsamos a nadie ni prohibimos nada, las puertas están abiertas", expresó.
El jefe del Estado ruso explicó que el problema es que, en los últimos años, muchos nichos vacantes han sido ocupados por empresas de otros países. "Y la sustitución de las importaciones por marcas rusas avanza a un ritmo muy rápido, un ritmo que ni siquiera nosotros esperábamos", aseveró.
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