
El oro, en constante alza y nuevos récords: ¿a qué se debe y qué significa?

El oro ha sido valorado históricamente por su escasez y durabilidad. Se considera un refugio seguro en tiempos de incertidumbre económica o política. A diferencia de otros activos, no genera rendimientos, pero mantiene su valor en el tiempo, especialmente frente a la inflación o la depreciación del dólar.
Los inversores recurren al oro cuando otros activos, como acciones o bonos, se perciben como riesgosos. En este contexto, la caída del dólar y la incertidumbre sobre la política comercial de EE.UU. bajo la Administración Trump han reforzado la demanda de oro físico y de productos respaldados por este metal.
Precios récord
Este año, el precio del oro ha alcanzado máximos históricos en abril, superando los 3.350 dólares por onza, impulsado por factores como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la debilidad del dólar y las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU (Fed).

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha señalado que el banco central está monitoreando de cerca la desaceleración económica y la inflación persistente, influenciadas por los aranceles comerciales. Aunque no se han anunciado recortes inmediatos en las tasas de interés, el mercado anticipa posibles reducciones si las condiciones económicas continúan deteriorándose.
¿Por qué aumentan los precios?
Los precios récord del oro en lo que va del 2025 han sido impulsados por una combinación de factores estructurales y coyunturales que han captado la atención de los mayores bancos de inversión del mundo.
Así, el banco estadounidense Goldman Sachs sostiene que la búsqueda de refugios seguros ante la creciente incertidumbre global desde conflictos geopolíticos hasta dudas sobre la política fiscal de EE.UU. está elevando el atractivo del metal.

Por su parte, la sociedad suiza de servicios financieros UBS destaca la reactivación de la demanda oficial, afirmando que los bancos centrales podrían adquirir hasta 1.000 toneladas de oro en 2025, marcando un récord histórico. Además, el regreso de los flujos hacia los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de oro y la apertura del mercado chino a nuevas formas de inversión refuerzan esta tendencia.
Mientras tanto, el banco de inversión estadounidense J.P. Morgan adopta una postura más conservadora, pero también positiva. La entidad reconoce el impacto de los mismos factores, tasas reales, inflación controlada y liquidez.
Perspectivas de los expertos
Las proyecciones para los próximos meses muestran un consenso claro de que el oro seguirá al alza, aunque con diferentes grados de fuerza.
Instituciones como Goldman Sachs han ajustado sus pronósticos siguiendo la tendencia. En 2024, estimaban un precio de los 2.890 dólares por onza, pero ahora proyectan cifras agresivamente superiores, que podrían superar los 4.000 dólares, especialmente si las tensiones globales persisten y la Fed inicia recortes significativos en sus tasas.
La sociedad de inversión multinacional estadounidense BlackRock también destaca el rol estructural del oro en la diversificación de carteras frente a riesgos sistémicos.

Por su parte, UBS fija su escenario base en 3.500 dólares, apoyado por la sólida demanda estructural y la transición hacia una economía global con menos dependencia del dólar como reserva de valor.
Mientras, J.P. Morgan, aunque más moderado, no descarta subidas adicionales si se confirma una política monetaria más expansiva y los mercados siguen buscando protección frente a la volatilidad.
"Los bancos centrales aún no han terminado con el oro, y la incertidumbre política adicional probablemente contribuirá a impulsar una recuperación en 2025", aseveró el jefe de estrategia de metales base y preciosos en J.P. Morgan, Gregory Shearer.
¿Qué países tienen las mayores reservas?
De acuerdo a los datos de la asociación comercial internacional de la industria del oro World Gold Council, EE.UU. posee la mayor cantidad a nivel mundial: más de 8.133 toneladas.
Aproximadamente la mitad de estos activos se almacena en la Reserva Federal de Nueva York, mientras que otras 4.580 toneladas —147,3 millones de onzas, según la Casa de la Moneda de EE.UU.— están custodiadas en una bóveda en la base militar Fort Knox, en el estado de Kentucky.

No obstante, en los círculos políticos y financieros estadounidenses existen dudas de que los lingotes de oro que se encuentran en la bóveda de Fort Knox permanecen intactos.
"¿Quién confirma que no se robó oro de Fort Knox? Quizás esté ahí, quizás no", cuestionó en febrero Elon Musk.
"¡Ese oro es propiedad del público estadounidense! Queremos saber si todavía está allí", insistió el jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU. (DOGE), pidiendo realizar la auditoría correspondiente.
Sin embargo, el sitio web de la Casa de la Moneda de EE.UU. indica que no se permiten visitas a las instalaciones de Fort Knox, explicando que la "estructura real y el contenido" son de conocimiento de "solo unos pocos" y "nadie conoce todos los procedimientos para abrir la bóveda".

De acuerdo con las datos de World Gold Council, después de las tenencias de EE.UU., siguen las de Alemania (con reservas de 3.351 toneladas de oro), Italia (2.451 de toneladas), Francia (2.437 de toneladas) y China (con casi 2.280 de toneladas).
Máximo histórico de reservas de oro en Rusia
Por razones políticas, Rusia no está incluida en esta lista actual del organismo, pero, de hecho, en agosto pasado se encontraba en el quinto lugar, superando a China, con reservas de casi 2.336 de toneladas del metal precioso, que desde entonces siguen creciendo.
Así, según los datos del Banco Central de Rusia para principios de abril el precio de las reservas de oro nacionales alcanzaron casi 229.000 millones de dólares, lo que representa un máximo histórico desde principios del siglo XXI. Además, la participación del oro en las reservas internacionales de Rusia ha crecido durante varios meses consecutivos y actualmente representa el 35,4 %, en comparación con el 28 % del año pasado.
Expertos explican que el aumento de las reservas de oro refleja la estrategia de Rusia de diversificar sus activos y reducir su dependencia de monedas extranjeras. Asimismo, se trata de fortalecer la estabilidad financiera del país en el contexto de la inestabilidad económica mundial.
China también ha implementado una estrategia similar, incrementado su reserva de oro en los últimos años y consolidándose como un jugador clave en esta esfera. Pekín aumentó sus compras de oro desde el primer mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, e independientemente de la subida de los precios.