
Cómo ha aumentado el populismo antimigratorio en la UE
En solo 10 años, la narrativa en Europa ha cambiado de "bienvenidos refugiados" al endurecimiento de las políticas migratorias, con más muros y restricciones en las fronteras comunitarias.
El Fondo Monetario Internacional advierte que la implementación de restricciones migratorias podría limitar la productividad de los países. Señalan que una política que frene el 20 % de los flujos puede generar un aumento del 10 % en la afluencia hacia otras economías en 5 años.
Todo esto se produce después de que el futuro canciller alemán, Friedrich Merz, anunciara su plan de poner en marcha un amplio programa de deportaciones desde su país.
Los otros miembros del bloque también siguen manteniendo políticas de inmigración duras, a pesar de su aparente dependencia de la mano de obra extranjera.

El Gobierno italiano externalizó en suelo albanés la gestión de solicitudes de asilo: migrantes que han sido interceptados en aguas internacionales se dirigen a un centro de migrantes en Albania, construido y gestionado por Italia.
Este tipo de medidas ya no se consideran tabú en la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, meses atrás propuso establecer centros de inmigrantes fuera del bloque.
Un giro hacia el ultranacionalismo
El auge del ultranacionalismo en Europa se ha consolidado, con retóricas populistas que han ganado terreno en varios países, especialmente en lo que respecta a la inmigración irregular.
En Malta, la situación para los refugiados es mucho peor que años atrás. Shafi Hasan, de Somalia, dice que se ha criminalizado el ser inmigrante, a pesar de todo lo que hacen por ese país. "Viven peor que cualquiera en el mundo. Para ellos sería mejor quedarse en su país. Mejor que los lleven de vuelta", relata.
Organizaciones de derechos humanos advierten que estas medidas aumentan el riesgo para quienes huyen de sus países, y muchos seguirán intentando llegar a Europa, sin importar las dificultades.